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Es indudable que la irrupción del Coronavirus en nuestras vidas y en nuestro mundo personal está dejando huellas. En algunos casos, muy penosas y lamentables, y en otros, de profundo cambio, de aceleración de procesos que ya estaban en marcha desde antes, pero que esta crisis ha traído a un primer plano. Es el caso del E-Commerce.

En efecto, uno de los sectores de la economía que más va a ver reflejado estos cambios va a ser el comercio mayorista y minorista. Los locales abiertos al público han visto seriamente reducida la afluencia de compradores, debido a la recomendación de #QuedateEnCasa, que se ha transformado en tendencia en todas las redes sociales de habla hispana. Sin embargo, la necesidad de adquirir determinados productos no cesa, ya sean de primera necesidad (alimentos y elementos de cuidado personal) o bienes intermedios que el mercado sigue reclamando. Incluso esto se produce con más fuerza debido a la obligación de hacer cuarentena.

El E-Commerce, como un modo de comprar sin moverse de casa, se ajusta a primera vista a estos parámetros. Compra a distancia, entrega a domicilio, mínimo contacto. Pero un análisis más detallado indica que el comercio electrónico sufrirá consecuencias tras esta crisis, como todos los sectores, y que habrá una reconfiguración de la actividad. Veamos por qué.

Problemas para los grandes jugadores

China ha sufrido inicialmente el embate del Coronavirus, lo cual tiene implicancias negativas para el comercio mundial. Numerosas fábricas se mantienen clausuradas en el país oriental, por lo que la producción ha sido el eje central de los afectados colaterales por esta enfermedad. Incluso las fábricas que no se han cerrado, como el personal no podía acudir a su lugar de trabajo, no han podido seguir con su producción al 100%.

El E-Commerce, como un modo de comprar sin moverse de casa, se ajusta a primera vista a estos parámetros. Compra a distancia, entrega a domicilio, mínimo contacto.

Todo esto se ha traducido en una crisis logística para el resto del mundo, que ha conllevado una ruptura de stock a gran escala. El E-Commerce, una expresión más del comercio, se ha visto afectado, sobre todo los grandes jugadores del sector, que por un tiempo no contarán con productos para vender, al menos en las cantidades previstas. Marcas como Apple, Tesla, Amazon, etc., han visto reducido el caudal de sus negocios, tanto off como online. En general, la industria tecnológica, altamente dependiente de las factorías chinas, es una clara perdedora ante esta crisis. Eso llevará a la reestructuración de algunos proveedores, que serán buscados en otras plazas (Vietnam, Taiwán u otros países colindantes). Será un proceso lento y trabajoso.

Pero también hay ganadores

El comercio electrónico como un todo ha aumentado su presencia en nuestra vida cotidiana. Productos y servicios se consumen en múltiples dispositivos, para paliar la cuarentena (como los servicios de streaming), y hay sectores que son claros ganadores: los vinculados a la sanidad (productos de higiene, mascarillas o barbijos) han visto aumentadas sus ventas de un modo exponencial, llegando también al quiebre de stocks pero por exceso de ventas. Los sectores de la alimentación también han incrementado su venta online, al permitir al comprador abastecerse sin moverse de su casa.

El universo B2B (Business to business, o comercio entre empresas) se está moviendo rápidamente hacia el consumo de servicios online, llevando las compras, eventos, capacitación, reuniones y transacciones del mundo offline hacia el online, como se consigna en esta nota de Content Square.

Pero hay otro sector que puede reposicionarse en el universo online: los negocios locales, PyMEs que pueden valerse del e-commerce para sostener su actividad y crecer. Existen varias alternativas, de rápida implementación, algunas de las cuales incluyen la provisión de una app para todos los móviles (Android y IOS). Un ejemplo de esto puede verse en este link.

Cuando pase el temblor

Las crisis globales de esta magnitud generan cambios en los hábitos de la población, que se mantienen en buena medida más allá de la resolución de la emergencia, que todos deseamos que llegue muy pronto. En el caso del Coronavirus, el aislamiento forzado va a incorporar al e-commerce de un modo más notorio, aún en aquellos que se resistían a su uso. Para las empresas y comercios, tanto minoristas como mayoristas, es una oportunidad de posicionarse de igual a igual con los grandes jugadores, situación que puede mantenerse en el tiempo. Como toda crisis, existe una oportunidad, y quienes decidan arriesgarse tienen mucho para ganar una vez que el mundo vuelva a funcionar normalmente.



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